sábado

Me habían mandado a buscar papeles para el fuego. Tuve que subir a las habitaciones del primer piso y entrar al cuarto donde guardan ficheros de lata de colores verdes y grisáceos contenedores de carpetas de cartulina de color, una biblioteca que ocupa toda una pared, desde el piso hacia el techo y dos escritorios montados uno sobre el otro. En las partes sin muebles, había cajas de diferentes tamaños cubiertas de capas gruesas de polvo denso, negro; camino a ser una bola de pelos y pelusas. Yo tenía que encontrar una pila de diarios, que según el karateca estaban ahí, metidos entre los estantes y los escritorios. Algunas cajas tenían sus tapas abiertas y podía ver tapas de revistas científicas escritas en ingles. Al pasar a vista de caja en caja, en espacios pequeños y vacíos encontraba adornos poblados de mugre fosilizándose. Ademas de los adornos a los que no le podía distinguir el diseño ni el lugar de procedencia, encontré medallas engarzadas en pedazos de madera, como portarretratos. Eso era claramente un galardón, un premio que alguien esa casa se había ganado. Cuando encontré la pila de diarios, tuve la sensación que alguien los guardaba por algún motivo y que, por ende, no tendríamos que usarlos para prender el fuego de un asado. Dudé un tiempo muy largo que me sirvió para mirar con detalles el resto de la habitación. Aparecían mas cajas y las pilas de revistas sobre arte y tecnología aplicadas a la informática, escritas en ingles y en alemán se repetían en otras zonas de la habitación. 
Pensé que ni en pedo iba a hacerme responsable de sacar un diario que estaba guardado ahi adentro, y al salir de la habitacion, vi una revista abierta que decía esto:






Me pareció curiosa la elección  del ejemplo que usó el autor. Quién será el tipo que escribió esto. Qué habrá estado haciendo mientras escribía este libro. Cómo será su cara y su cuerpo, en general. Porqué Lewis Carroll. Cuál es el motivo de, ademas, insertar un gráfico de la escena. La figura me da miedo. Los trazos del dibujo son lineas negras, débiles y rectas que usan el contraste del blanco original de la hoja para darle forma a los cuerpos de esos horribles mellizos. Poblar la escena de un bosque difuso, donde no se ven las copas de los arboles pero, en cambio, sí, el inmenso grosor de los troncos; lo que te hace imaginar por adhesión, que sus raíces son deformes y gigantescas y cubren todo el suelo del bosque con trampas mortales. Los mellizos son el mal y la destrucción. Lo veo en la comisura de sus bocas de sapos humanoides. Todo en sus caras incita a que veas las lineas que están dirigidas hacia abajo, hacia abajo de la tierra, hacia abajo de todo. No me gustan las caras de esos dos gordos pelotudos. Ni me cae bien ni me seduce esa pequeña niña que, al parecer, tiene unos rasgos perfectos y un pelo fantástico. 
Cierro la puerta del cuarto y me pongo de mal humor. Me parece que me tienen harto. Me parece que estoy empezando a aburrirme demasiado. 


domingo


"IGUALDAD - LIBERTAD- COMUNIDAD"

Para sostenernos uno al otro habíamos propuesto tres ideas por las que nos regiríamos en todo momento y bajo cualquier circunstancia. Nuestro frente de ataque podría expandirse pero aun no lo teníamos muy en claro. Necesitábamos medirnos con la vara de la libertad en nuestras acciones; en cuanto a la munición y en todo lo que tenía que ver con el uniforme. Pero para ser libres necesitábamos colaborarnos, complementando las ideas de uno con las ideas del otro. Queríamos un universo de expansión y fugas. Estaríamos en diferentes lugares en una misma hora. Estaríamos usando diferentes vestuarios y ejerciendo múltiples trabajos en ciudades muy alejadas. Todo en una misma hora. Un hombre de traje y pañuelo al cuello sentado en un restaurante, tomando un copa de vino, habla con dos mujeres sobre diferentes temas. Van pasando de una cosa a la otra sin concluir ni cerrar nada. El mismo hombre a la misma hora es visto en un boliche frecuentado por adolescentes, usando una remera escote en V, anteojos espejados y botas tejanas, tomando champan con Speed sobre la barra y hablándole a dos chicas sobre temas diferentes, variando en su calidad y su extensión, contando aventuras de dudosa procedencia, pasando de una cosa a la otra sin concluir ni cerrar nada.